Yo, Ricardo III, rey de Inglaterra, conocido como el Duque de Gloster, el que afirmó que el invierno de nuestro descontento se ha transformado en etcétera, yo, deforme, terminado a medias, vaya, yo, me veo recluido en esta torre y no se si vivo o muerto. Deambulo como un espectro por este espacio extraño esperando el día que monte de nuevo el caballo para ser libre y si esto supone tu muerte, sea.
martes, 26 de octubre de 2010
Todo vale si se hace con criterio.
Una de las interpretaciones contemporáneas de Shakespeare que más repercusión han tenido, sobre todo en el modo de representar sus tragedias, es la de Jan Kott. Entre otras cosas, Kott insiste en el necesario valor contemporáneo que ha de tener una obra para merecer nuestro interés. Pero ocurre que la contemporaneidad, o la necesidad de dotar de contenido actual a los dramas antiguos, provoca una contradicción, o más bien una paradoja. Ricardo II, Ricardo III, los Enrique o Hamlet pueden ser interpretados a la luz de los acontecimientos políticos o político-bélicos de nuestro tiempo. En la tragedia de Ricardo III puede contemplarse en forma artística una figuración de la tragedia hitleriana, en Hamlet una exposición del régimen stalinista. Todo vale. En Shakespeare todo vale si se hace con criterio y es que ya lo dijo Ben Jonson, dramaturgo contemporáneo y amigo de Shakespeare: "Él no es de un siglo, sino de todos los tiempos"
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